El pasado 29 de octubre de 2024 nos dejaba a todo un país sin aliento. Los medios de comunicación nos hacían estremecer con las devastadoras imágenes que compartían. Todos los españoles derramábamos silenciosas lágrimas mientras veíamos como muchos municipios de nuestra vecina Comunidad Valenciana, y algunos de la nuestra propia comunidad, quedaban arrasados por la famosa DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), lo que provocó que innumerables familias se quedasen sin nada. Sin embargo, esta catástrofe no solo afectó a nivel personal sino también a nivel municipal dejando muchas infraestructuras públicas derruidas o desprovistas del material necesario para llevar a cabo una actividad fluida y normal.
En este marco, se encontraron muchos colegios donde era imposible dar clases. No tenían sillas, ni pupitres, ni materiales, ni nada que recordase que aquel lugar era un sitio donde los niños pudiesen sentirse seguros, protegidos… donde que sintiesen que ese era su segundo hogar.
Por esta razón, durante el pasado mes de diciembre la solidaridad y el espíritu navideño se hicieron presentes en nuestra comunidad educativa gracias a una iniciativa llevada a cabo por el CEIP Santa Ana de la ciudad de Cuenca junto con el AMPA del centro. En una muestra de apoyo a esas comunidades educativas destruidas por la DANA y al compromiso social que abandera al centro, se puso en marcha una campaña de recaudación de fondos a través de una Fila 0 en las actuaciones del Festival de Navidad del colegio.
La Fila 0 es una modalidad de recaudación donde los ciudadanos pueden realizar donativos sin la necesidad de adquirir entradas a eventos, lo que permite a cualquier persona colaborar de manera solidaria con la causa a la que va destinada. En este caso el objetivo principal era proporcionar apoyo urgente a centros de la comunidad valenciana, contribuyendo a su recuperación y bienestar.
El evento, que contó con la participación activa de estudiantes, docentes, personal administrativo y el AMPA del centro, invitó a toda la comunidad a sumarse a la causa, demostrando que la colaboración y el trabajo conjunto pueden generar también un impacto positivo y duradero en el desarrollo educativo de los alumnos.
La idea surgió después de que se conociera la difícil situación que atravesaba el CEIP Orba de Alfafar, ya que una de las docentes del colegio Santa Ana era antigua alumna de ese centro valenciano. Las instalaciones del centro educativo quedaron destrozadas e inutilizadas con una pérdida total de todo el material educativo, lo que impidió que muchos de los alumnos pudieran continuar con sus clases en condiciones normales y teniendo que ser trasladados a otros centros cercanos. Ante esta realidad, el CEIP Santa Ana y toda su comunidad decidieron unirse para brindar su apoyo de manera tangible.
En la representación navideña todo el alumnado trabajó en conjunto para llevar a cabo una puesta en escena muy personal y adaptada del archiconocido “Cuento de Navidad” de Charles Dickens donde el teatro, los bailes y los villancicos crearon una atmósfera navideña que invitó a toda la comunidad a ser parte de la causa. Familias, amigos y personas cercanas a la comunidad educativa asistieron al evento, contribuyendo con su presencia y aportaciones económicas.
El evento fue un éxito rotundo, superando las expectativas en cuanto a asistencia y recaudación. Los fondos obtenidos han ayudado a cubrir algunas de las necesidades más inmediatas del centro como la compra de material que ha sido entregado recientemente, y de manera directa, a la dirección del centro.
El esfuerzo conjunto entre los colegios en tiempos de dificultad, la colaboración y el trabajo en equipo pueden generar grandes resultados. Además, refuerza la importancia de la educación como herramienta de solidaridad, puente para superar las adversidades, el poder transformador de la cooperación, así como que el verdadero valor de la Navidad va más allá de los regalos materiales, centrándose en el apoyo a quienes más lo necesitan.
En conclusión, el evento navideño fue una exitosa iniciativa que no solo brindó alegría y esperanza durante la Navidad, sino que también permitió canalizar esfuerzos y recursos hacia una causa noble: la ayuda a un colegio amigo que, gracias a la colaboración de todos, podrá seguir formando a sus estudiantes y recuperarse de la tragedia.